Es nombrarle a Carlos Herrera y a Pablo Iglesias le entran los siete males.

El fundador de Podemos, a quien el comunicador de la COPE le ha sacudido, con motivos, hasta en el velo del paladar, aprovecha cualquier circunstancia para intentar devolver los directos a la mandíbula que le propina el periodista de Cuevas de Almanzora (Almería).

La ocasión para el preboste de Canal Red vino dado por un fallo judicial en contra de Herrera y que le obligará a retractarse con Hacienda.

Iglesias, haciendo gala de su peculiar socarronería, pero que en el fondo tiene más peligro que una carga de dinamita, uso este caso para llamar de todo a Carlos Herrera, eso sí, usando el "presunto" para evitarse nuevos revolcones judiciales:

¡Hombre, don Carlos! ¿Pero qué ha pasado? ¿Se ha comprado otra bodega? No lo puedo entender, pero si Carlos Herrera es un patriota como la copa de un pino.

El podemita siguió con sus ataques al comunicador y, por elevación, contra la propia COPE, cuando la realidad es que los hechos sustentados por la Justicia se refieren a 2006 y 2007, cuando Carlos Herrera estaba entonces en la competencia, en Onda Cero:

Yo no sé mucho de religión católica, pero juraría que hay un mandamiento que dice 'no robarás', amigo Carlos. ¿Cómo se van a tomar esto los obispos? En fin, si así es el voto de pobreza en la radio de los obispos, cómo será el voto de castidad.

Y más adelante, tirando de ironía, pero todo para meter sus insultos contra Herrera, Iglesias remachó:

¡Pues vaya decepción! Yo que tenía a Carlos Herrera en un altar de la ética y de la moral y parece que, presuntamente, es un ladronzuelo y un chorizo.

Ejercicios fiscales de 2006 y 2007

La historia, que data de los ejercicios fiscales de 2006 y 2007, según el Tribunal Supremo, es que Carlos Herrera utilizó una 'sociedad pantalla' para pagar menos impuestos.

El presentador de radio había sido acusado por la Agencia Tributaria de haber realizado estas prácticas mientras estaba en la emisora Onda Cero.

Según señala la sentencia, el periodista habría tributado gran parte de sus ganancias durante esos años mediante el Impuesto de Sociedades en lugar del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

No fue hasta el año 2010 cuando Hacienda se fijó en que una sociedad a nombre del locutor, llamada La Rehos SL, había ingresado más de 3 millones de euros anuales en 2006 y 2007. De ellos, Herrera tan solo se embolsó el 15%, yendo el resto a parar a otras tres empresas que están igualmente a su nombre.

Esto levantó las sospechas del fisco que pensó que Carlos Herrera solamente buscaba pagar menos impuestos y, por tanto, fue denunciado ante la Audiencia Nacional.

Esta, sin embargo, desestimó las acusaciones, pero la Abogacía del Estado recurrió y el casó llegó hasta el Tribunal Supremo que ahora le da la razón a la Agencia Tributaria.