El retorcido argumento de Pablo Iglesias para sacudir a Herrera, Vallés, Marhuenda y Ferreras

Periodista Digital 2022-09-07

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No es nueva su aversión a los periodistas que no le bailan el agua.

Sin embargo llama poderosamente la atención el argumento utilizado por Pablo Iglesias para sacudir a quienes son sus pesadillas mediáticas.

En su programa de 'La Base', emitido por Público, al cofundador de Unidas Podemos no se le ocurrió mejor idea que meter a varios informadores en el recurrente saco de la "ultraderecha".

El primero en ser despellejado, el director de 'Herrera en COPE':

Ultraderecha es VOX, pero ultraderecha es también Carlos Herrera escupiendo basura cada mañana desde la radio de los obispos. Ultraderecha es VOX, sí, pero ultraderecha son también los 'jusapoles' defendiendo la ley mordaza y rodeando el Congreso.

A continuación, le mete a Okdiario, con Eduardo Inda a la cabeza, y de paso a Marhuenda y a Ferreras:

Ultraderecha es VOX, pero ultraderecha son también la legión de tertulianos de Okdiario en todas las televisiones. Ultraderecha es VOX, sí, pero ultraderecha son también todas las grandes empresas que financian el golpismo en las redes sociales. Que sí, que ultraderecha es VOX, pero ultraderecha es también José Luis Concepción, alias 'Conchito', juez y presidente del Tribunal Superior de Castilla y León diciendo que un Gobierno con ministros comunistas es un gobierno ilegítimo.  Ultraderecha es VOX, pero Ferreras sienta a María Claver en su tertulia y a Marhuenda y a Inda en 'laSexta Noche'.

Seguidamente, a otro de los periodistas que más alergia le produce, Vicente Vallés:

Ultraderecha es VOX, pero Securitas Direct te dice que pongas una alarma para que no te ocupen la casa. Ultraderecha es VOX, pero Vicente Vallés cada noche milita en su telediario con manipulaciones y argumentario ultra.

Un poco más adelante, ya va a saco contra estos periodistas y comunicadores:

¿Legitimar a Ferreras o a Risto Mejide no es una forma, quizá, de legitimar la normalización de los discursos de la ultraderecha? ¡Ojo, yo no lo tengo claro! Yo solamente hago la pregunta. En 2013 y en 2014 yo me sentaba en las teles a debatir con cualquiera. A lo mejor también ahora, en 2022, hay que sentarse frente a Inda, Marhuenda y Celia Villalobos y entre ruidos y mentiras hacer que la gente escuche alguna cosa de izquierdas.

Y remacha exigiendo una mordaza para esos medios y periodistas que no se muestran proclives a la ideología socialcomunista:

O a lo mejor no. A lo mejor en 2022 el cordón democrático hay que hacérselo a los hipócritas que abrieron de par en par las puertas de sus medios a los corruptos, a los ultras y a los mentirosos profesionales. ¿Puede haber cordón democrático político sin que haya cordón democrático mediático?

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