Está obsesionado hasta la esquizofrenia con el hecho de que en España exista prensa plural.
Pablo Iglesias, que nunca escondió sus pretensiones de controlar medios como TVE o canales autonómicos, vuelve a lanzar un ataque contra todos aquellos periodistas y comunicadores que no le bailan el agua.
El fundador de Unidas Podemos presentó en la tarde noche del 15 de septiembre de 2022 su libro 'Medios y cloacas', editado por CTXT, en el Ateneo La Maliciosa, en Madrid, y lo hizo rodeado de sus acólitos.
Desde el primer momento, el hoy presentador de 'La Base' (Público) fue de cabeza a por los medios de comunicación, aunque muy centrado en Antonio García Ferreras, presentador de 'Al Rojo Vivo' (laSexta):
Yo sé que mis compañeros de Podemos esto no lo pueden decir, pero yo sí lo puedo decir: aquí algunos han presentado como sofisticación política pactar con Ferreras para que te saque siete veces por semana en dúplex. Política inteligente, política sofisticada, política que busca consensos, política que busca a los que faltan, política que jamás diría que Felipe González tiene las manos manchadas de cal viva, política que jamás diría que Ferreras es un corrupto, política que jamás diría determinadas verdades... Políticas para una izquierda a la medida del régimen; yo sí lo puedo decir.
A renglón seguido cargó contra el periodismo en general, al que acusó de estar protegiendo a Ferreras:
Es indignante lo que se ha hecho en este país en nombre del periodismo, el corporativismo que ha reinado incluso entre periodistas de izquierdas tratando de salvarle el culo a Ferreras después de que salieron esos audios es indignante, una maldita vergüenza que alguien se atreva a decir, después de dar lecciones de moralidad cada día que aparece en la televisión, que él no puede hablar mal de Ferreras porque Ferreras es quien le ingresa 3.000 euros todos los meses en su cuenta corriente; no debería volver a ejercer el periodismo en su vida, alguien que se presenta a sí mismo como un referente de la izquierda y que aparece en las televisiones diciendo a la izquierda lo que está bien y lo que está mal pero reconociendo que él no puede criticar a Ferreras porque es su jefe no debería ejercer el periodismo.
Pero no se quedó ahí el señalamiento de Pablo Iglesias y dio más nombres a los que tildó como "amenaza para la democracia":
Marhuenda, Casals, Ferreras, Ana Rosa, Vallés... representan una amenaza para la democracia y contra los derechos de las mayorías sociales, y si hay periodistas de izquierdas que creen que pueden ejercer su profesión mirando para otro lado cuando se miente, cuando se manipula, cuando se utiliza el privilegio de tener una televisión, una radio o un periódico para atacar los derechos de las mayorías o para acabar con determinadas fuerzas políticas, se están equivocando.