El centroderecha puede lograr una rotunda victoria en las próximas Elecciones Generales.
Según las últimas encuestas, la suma de PP-VOX llega a los 185 escaños, 10 más de la mayoría absoluta.
El desplome de Sánchez en los sondeos es lento pero constante. Y parece muy difícil de revertir, con lo mal que va la economía.
VOX, al mantenerse estable en torno a los 50 diputados, parece que será imprescindible para que Feijóo luche por la Moncloa.
En pasados comicios, la fractura en tres del voto liberal y conservador y las alianzas del PSOE con separatistas, golpistas, proetarras y populistas, permitió que Sánchez se asentase en el poder.
Tras lo ocurrido en Galicia, Madrid, Castilla y León y Andalucía, parece que el conjunto de la izquierda va a la baja. A lo que hay que sumarle la práctica desaparición de Ciudadanos.
El descontento nacional es masivo y creciente, pero nadie consigue la victoria si se limita a aprovechar los fallos de su rival. Feijóo debe esbozar con claridad su proyecto, su posición y su disposición a combatir la imposición ideológica que esta izquierda aplica sin respiro.
Parece bastante claro quién será el próximo presidente de Gobierno, pero es necesario que la ciudadanía también sepa qué tipo de presidente va a ser.