La escasez de hielo se está haciendo cada vez más patente dentro del sector de la hostelería y los consumidores que, con las altas temperaturas del verano, sus demandas crecen. La subida de los precios de la electricidad y los combustibles, ha provocado la crisis entre los fabricantes de hielo, quienes se encuentran con grandes dificultades para hacer frente a los costes de producción.