Esta semana hemos escuchado a Josep Borrell diciendo a los europeos que "no hay alternativa", que no hay más opción que un aumento del precio de la vida, de la energía, de los alimentos y un empobrecimiento masivo de la población en Europa, como resultado de las decisiones que está adoptando entre otros él mismo, el propio Borrell (que hace ya tiempo que dejó de hacer el trabajo que le correspondería como Jefe de la Diplomacia Europea para pasar a ser un propagandista de guerra).