El Estado reclama el Pazo de Meirás para devolverlo al patrimonio público pero los Franco se aferran a su 'tesoro' y siguen obcecados con su versión de que el Pazo de Meirás ha sido siempre
de uso privado, a pesar de que dos testigos del juicio han declarado que
funcionarios del régimen estaban a cargo del cuidado de la finca.