Madrid, 14 may (EFE).- El índice de precios de consumo (IPC) cayó en abril un 0,7 % en comparación con el mismo mes de 2019, lo que supone el primer descenso de este indicador desde agosto de 2016, provocado por el abaratamiento de los carburantes y a pesar del fuerte repunte de los alimentos frescos.
De acuerdo con los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sin tener en cuenta los elementos más volátiles del indicador, que son precisamente la energía y los alimentos no elaborados, la inflación subyacente se mantuvo en el 1,1 %.
El grupo con más influencia en la caída de IPC es el del transporte, que descendió un 6,8 % anual, más de cuatro puntos por debajo de la del mes anterior, consecuencia de la caída del 16,2 % de los carburantes.
También tiró a la baja de los precios el grupo de la vivienda, que cayó el 6,6 %, casi dos puntos más que el mes anterior, debido a la bajada del 19,9 % del precios de la electricidad.
Por el contrario, ha influido al alza el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que ha subido un 4 % anual, un punto y medio más que en marzo, por el encarecimiento de las frutas, las legumbres y hortalizas, el pescado y marisco y la carne.