El desierto de Atacama en Sudamérica es el desierto más seco del mundo: En algunas áreas, no ha caído ni una gota de lluvia en 500 años. En este ambiente extremo, la vida se mantiene al mínimo y se concentra en torno a los lugares en los que hay disponible un poco de agua. Pero este desierto hostil es rico en minerales y La industria de la minería y las grandes ciudades costeras se han apoderado de los valiosos recursos hídricos, en detrimento de los agricultores en los pequeños pueblos y los ecosistemas frágiles.