1.860 viviendas públicas
pertenecen, tras su venta por el ayuntamiento que gobernaba la popular Ana
Botella, a un fondo buitre. Pisos que eran de titularidad pública y con precios
económicos, de repente, de un día para otro, dejaron de serlo. Sus nuevos
propietarios son los dueños de grandes empresas calificadas de fondos buitre.
Pero, ¿sabemos qué es exactamente un fondo buitre y cómo funciona?