Cientos de migrantes centroamericanos se reúnen en el puente fronterizo entre Guatemala y México, atrapados frente a la puerta cerrada mientras buscan el paso hacia el norte, hacia Estados Unidos. Fueron recibidos por docenas de policías mexicanos y funcionarios de inmigración al otro lado de la valla. Exigen que se les deje pasar, pero solo un pequeño número ha entrado. Muchas de estas familias están huyendo de la violencia y la pobreza a sus hogares, afectadas por la violencia de pandillas y el narcotráfico. El ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, prometió enfrentar el "desafío" de esta caravana después de hablar con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, en la Ciudad de México. Trump ha amenazado con cerrar la frontera entre su país y México si la caravana no se detiene, lo que podría interrumpir seriamente el comercio.
-Redacción-