Aproximadamente el 30% de los casos de esquizofrenia aguda y el 7% de los afectados crónicos estarían influenciados por un retrovirus, según un estudio del Centro Infantil John Hopkins (Baltimore) publicado en la prestigiosa Proceedings of the National Academy of Sciences. Los científicos basan esa afirmación sobre el hallazgo en el líquido cefalorraquídeo de esos pacientes de altos índices de huellas moleculares de un retrovirus que están presentes en bajísima cantidad en personas sanas.
La investigación da cuenta de que casi un tercio de los pacientes con esquizofrenia aguda estudiados presentaban ese residuo molecular viral. La misma huella se halló en grandes expresiones en el líquido cefalorraquídeo de un 7 por ciento de los pacientes con esquizofrenia crónica, y se encontraron en muy pequeñas cantidades en un grupo de control formado por personas que no padecían la enfermedad.
Los hallazgos de ARN pertenecen a un virus de la familia de los retrovirus endógenos W (HERV-W).
El descubrimiento pone en buena pista a las investigaciones que se apoyaban en la teoría de la predisposición genética sumada a la influencia ambiental. Los factores medioambientales no habían sido individualizados, hasta que el estudio en cuestión dirigió sus objetivos al mencionado retrovirus.