Es el cuerpo sin vida de José Elías Villalta, un migrante salvadoreño de 23 años de edad. Había abordado ese tren de mercancías, conocido como 'La Bestia' en el estado de Chiapas camino de Estados Unidos. La muerte le sorprendió en Oaxaca "fue fulminante el infarto que tuvo".
El médico que lo atendió explica las causas de la muerte "lo que sufren más los inmigrantes son golpes de calor y deshidratación y eso les puede provocar los infartos".
Es muy alto el riesgo que asumen los migrantes centroamericanos cuando deciden subirse a 'La Bestia', "no se puede dormir uno, porque si se descuida se cae y lo agarra una rueda, pues hasta ahí no más llega", dice este migrante hondureño.
Con la luz del día el peligro es más evidente. Niños encaramados al techo del tren sin mas sujección que los brazos de sus padres o jóvenes que improvisan una cuerda para asirse. Desoyendo las recomendaciones "por favor jóvenes, mejor esperemos otro tren, éste es muy peligroso".
Desesperados, los migrantes arriesgan sus vidas persiguiendo el sueño de cruzar la frontera.