En Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, un fallo eléctrico en un vehículo en marcha ha provocado una fuerte explosión. La conductora ha conseguido salir del coche, pero el susto no ha quedado ahí. Cuando los bomberos sofocaban las llamas, el fuego ha calcinado los frenos y el vehículo, ardiendo, se ha precipitado calle abajo. Así, ante el estupor de la gente y convertido en una bola de fuego, ha recorrido varios metros hasta que el choque contra otro vehículo aparcado ha evitado que acabara empotrado en una vivienda.
-Redacción-