París ha inaugurado ya su semana de la moda con el gran genio de la costura Yves Saint Laurent, que ha sorprendido con diseños muy comerciales y también con transparencias imposibles, vestidos galácticos y el cuero que ha sido siempre su gran fetiche. Tampoco han faltado las mangas y las botas mosquetaras también sobredimensionadas. Saint Laurent, que aumentó un 25 por ciento sus ventas en 2016, continúa siendo el motor de la división de lujo.
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