Carme Chacón tuvo que lidiar desde su nacimiento con una dolencia cardiaca conocida como el corazón al revés o el corazón invertido, una patología poco frecuente, que afecta a una de cada 10.000 personas.  A ella le hacía tener 35 pulsaciones por minuto. A pesar de los controles ella siempre defendió que se podía tener una vida normal. Aunque sabía que tener hijos siempre es un riesgo. Este tipo de cardiopatía tiene una mortalidad  entre el 3% y el 4 % en el peor de los caso.