Un juez de Mataró ha obligado a una entidad bancaria de la ciudad a devolver a un matrimonio los 36.000 euros que habían invertido en preferentes, sin saberlo. La pareja había invertido sus ahorros de toda la vida y lo hicieron en varias inversiones. La última fue en 2011, cuando a su marido Mael ya le habían diagnosticado alzheimer. Aún así, la subdirectora de la oficina hizo firmar al hombre y después a su mujer. Aunque Rosa no superó el test de conveniencia, que obliga la ley a pasar antes de suscribir preferentes.Con este dinero, Rosa espera poder vivir tranquila su vejez y poder pagar unos cuidados correctos para su marido.