En el umbral de otro verano de récord turístico en la ciudad de Barcelona, el sector se ha convertido para sus habitantes en el problema más grave. Uno de cada cinco barceloneses cree que no hay otro problema mayor. Pero aclaran: no es turismo fobia, es la incomodidad de los excesos. Hasta para los turistas la situación no es agradable y también se quejan de la masificación. En 2011 el turismo era el problema principal para menos del 1%, y solo desde diciembre la preocupación ha subido ocho puntos. Los barceloneses reclaman actuaciones por parte de la Administración.
-Redacción-