La demolición de las viviendas del poblado marinero de Cho Vito, en Tenerife, continúan estos días bajo la mirada desesperada de los vecinos, muchos de los cuales tuvieron que ser desalojados por la fuerza para proceder a los derribos. Han pasado su primera noche fuera de casa. Los vecinos se quejan de que los operarios han destrozado sus enseres durante el desalojo. Algunos pidieron que se considerara Cho Vito un lugar de interés público, pero la juez lo ha desestimado porque infringe la Ley de Costas.