Mosul ha sido liberada del Estado Islámico, pero la ciudad iraquí muestra sus heridas después de tres años de horror. Miles de civiles como un niño han sufrido el asedio de la reconquista. Él ha pasado 20 días herido y escondido en un sótano sin alimentos ni medicinas. Las imágenes de bebés deshidratados emergiendo de una ciudad en ruinas son estremecedoras. La caída de Mosul, sin embargo, no supone el final del Califato.
-Redacción-