Como cada primer sábado de agosto, cientos de piragüistas llenan el Sella, en ASturias, para participar en el famoso descenso del río asturiano. Una prueba de enorme proyección internacional y reclamo para miles de turistas que este año se ha vivido con polémica por el rechazo de la organización a que las mujeres compitan en la categoría absoluta.
-Redacción-