Las imágenes por satélite muestran el antes y el después del estado norteño de Rajine, en Birmania. Son decenas de aldeas rohingyas incendiadas. Resultado de los más de 80 incendios de gran escala que se han detectado desde el pasado 25 de agosto, cuando se desató una nueva oleada de violencia entre el Ejército del país de mayoría budista y la minoría musulmana. Pese a que las autoridades lo niegan, Amnistía Internacional asegura que las Fuerzas de Seguridad birmanas están incendiando la zona para expulsar a la etnia del país. En menos de un mes, más de 400.000 rohingyas han huido de Birmania. Se dirigen a la vecina Bangladés en busca de un nuevo hogar. Pero la esperanza se desvanece en los abarrotados campamentos donde tratan de sobrevivir.
-Redacción-