Está clarísimo, en la Gran Vía no se puede parar. Pero hoy hemos comprobado que Esperanza Aguirre no es la única que lo hace. Hemos encontrado a tres vehículos parados ahí en poco más de dos horas. Eso sí, estos valientes son muy pocos, porque la Gran Vía es una de las calles más transitadas y más vigiladas de Madrid. Muchos madrileños están indignados con su ex presidenta, porque de un político, esperaban otra cosa. Así lo critica la Asociación Estatal de Accidentes de Tráfico, que asegura que un político debe dar ejemplo. Eso sí, hay que reconocer que que sea político convierte el asunto en chanza fácil. Y para ejemplo, las redes, donde con títulos como "rubia a la fuga" proponen el nuevo autobús para la campaña electoral, crean un carril para ella solita y advierten al resto de conductores: ojo con Espe.