Musulmanes y cristianos, unidos en la mina. Está situada en la Repíblica centro africana, uno de los países más pobres del mundo. Utilizan esta infraestructura que dejaron las multinacionales cuando huyeron por la violencia étnica. Ahora, trabajan juntos para sacar el oro, ignorando el conflicto que asola otras partes del país. Este hombre dice que con suerte se pueden encontrar grandes cantidades de oro. Con ello, él, ha podido comprarse una casa y hasta una moto. Estas personas buscan diamantes y oro en el agua. No hay violencia y los únicos hombres armados que hay están para controlar la mina. Dicen que llega gente de todas partes porque están muy bien organizados, aunque confían en que llegue la paz y miembros de la ONU para volver a una estabilidad.