Diez días después, ante el nerviosismo de los chipriotas, los bancos siguen cerrados. Tan solo pueden sacar cien euros. Es el límite que mantienen los cajeros. Hoy solo me dan dinero con una tarjeta, dice un chipriota, que en los últimos días sacaba 100 euros con cada una. El grifo está casi cerrado. Al menos hasta el jueves, las puertas de los bancos no abrirán. Temen que haya fuga de depósitos, a pesar de que seguirán limitando un tiempo el acceso al dinero para frenar el impacto. Lo anunció el presidente a su vuelta de Bruselas. Hoy los estudiantes han salido a protestar contra el rescate pactado. Muchos de nuestros padres perderán sus trabajos, dice un joven. Están hundiendo el país, comenta otro. Ayer el presidente del Eurogrupo dijo que el chipriota era un modelo de rescate a seguir, luego lo desmintió y hoy Bruselas insiste en marcar la diferencia. También nuestro ministro de economía ha descartado que el rescate de Chipre vaya a servir de ejemplo.