Nieves sigue guardando en cajas su vida y la de sus dos hijos desde el último intento de desahucio hace cuatro meses. Mañana llega la nueva fecha de alzamiento del piso de los abuelos de los niños. Nieves se pregunta por qué quieren echar a sus nietos viendo la situación en la que se encuentran. Ella sigue acudiendo a comedores sociales, esperando una vivienda que no llega y sobreviviendo como puede. El ex marido tiene una orden de alejamiento por maltrato y ha dejado de ver a los pequeños. La guerra matrimonial continúa, aunque Nieves sí ha ganado ya dos batallas: dos aplazamientos del desahucio. El último se produjo gracias al gran apoyo popular que tuvo en la puerta de su casa.