El fuego que se originó en la tarde de ayer en Almorox (Toledo) obligó a desalojar a más de 500 vecinos entre la localidad toledana y Villa del Prado, en Madrid. Los vecinos ya han vuelto, y lo primero que han hecho es mirar si las llamas habían afectado a sus fincas. Durante todo el día, a pie de monte, y desde el aire se ha estado enfriando la zona y se han rodeado las 1300 hectáreas quemadas por el incendio. Ahora es más peligroso el viento que las propias llamas. Se vigila sobre todo que alguna racha de viento no vuelva a dar vida al fuego. Ha sido un incendio difícil de controlar, sobre todo por la zona de monte por donde se ha movido.