Velocidad altura y precisión es lo imprescindible en este campeonato mundial de windsurf en Tasmania, Australia. La arriesgada competición es todo un desafío en el que los participantes deben intentar domar las grandes olas y el fuerte viento con sus tablas. Realizan unos saltos imposibles y se sumergen en las olas de una manera que asustaría a más de uno. Tras dos rondas y la eliminación del único español, Victor fernández, solo quedan cuatro competidores: dos alemanes, un francés y un brasileño. Se enfrentarán en la gran final que se celebrará donde y cuando el viento y las olas lo permitan.