Filipinas se despertaba hoy así. Los vecinos intentaban avanzar por las calles anegadas en la provincia de Rizal, una de las más afectadas por las inundaciones. Las intensas lluvias de las últimas horas han dejado 19 muertos y 250.000 evacuados en todo el país. Las labores de rescate continúan, pero los esfuerzos no son suficientes. Tras veinticuatro horas de lluvia se necesita ayuda para 850.000 personas. "No sé cómo podemos vivir así. No podemos cocinar ni trabajar en esta situación", se lamenta este vecino. Los evacuados intentan sobrevivir en los refugios. En esta escuela de la ciudad de Marikina se hacinan 2.000 personas. Sin espacio para dormir y compartiendo los pocos alimentos que les quedan. Están deseando volver a casa, pero no será fácil. Según las previsiones meteorológicas seguirá lloviendo en catorce provincias durante las próximas veinticuatro horas. A pesar de que este año las lluvias monzónicas han sido inusualmente abundantes.