Las televisiones tunecinas anunciaban primero el estado de emergencia. Para minutos más tarde comunicar a la población que el presidente Ben Ali había abandonado el país; y el Ejercito tenia desde ese momento el control. Mientras en las calles continuaban los disturbios. Al menos 13 personas han muerto en las últimas horas y cerca de 50 han resultado heridas. Estos 13 fallecidos se suman a los más de 60 que han declarado sindicatos y organizaciones de derechos humanos. La capital se encuentra rodeada por tanques del Ejército y numerosos efectivos militares. El presidente tunecino, tras 23 años en el poder, deja un país sumido en una profunda crisis política y sobre todo social. De momento se especula con el destino en el que aterrizará Ben Ali.