El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente ruso, Dmitry Medvedev, sellaron el viernes un histórico tratado de reducción de armamento nuclear entre ambos países y se reunirán el 8 de abril en Praga para firmarlo. Tras meses de estancamiento, el acuerdo para reemplazar al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés) supone el mayor logro en política exterior de Obama desde que asumió el poder y también da un impulso a su esfuerzo por "reiniciar" las relaciones con Moscú. Obama y Medvedev pusieron los últimos toques al histórico acuerdo durante una llamada de teléfono, comprometiendo a las dos grandes potencias nucleares del mundo con grandes reducciones de sus arsenales. "Me complace anunciar que después de un año de intensas negociaciones, Estados Unidos y Rusia se han puesto de acuerdo para el mayor pacto de control de armas en casi dos décadas", dijo el presidente estadounidense a los periodistas. En el marco del acuerdo de 10 años, cada lado tiene que reducir sus cabezas nucleares estratégicas desplegadas de las 2.200 permitidas actualmente a 1.550, y también hacer recortes notables en el arsenal de los lanzadores de misiles.