Un año de cárcel, es la pena impuesta a unos padres por no llevar a su hija al colegio. Están acusados de un delito de abandono de familia al dejar de llevar a su hija, menor de edad y discapacitada, al centro de Córdoba donde estudiaba. Ambos han aceptado la pena, que no cumplirán por el momento. La sentencia queda en suspenso durante dos años hasta comprobar que la situación de abandono no se repite.