En China, entre tanta desgracia, aún existen motivos para la esperanza. En Chengdu, en la Provincia de Sichuan, a tan sólo unos kilómetros del epicentro, unos padres perdieron a su bebé durante el terremoto y han estado buscándolo desde entonces de hospital en hospital. Hoy al fin lo han encontrado; emocionados y agradecidos de poder vivir un reencuentro así tras la tragedia.