Él dice que solo quería amenazarla. Los investigadores han enviado la escopeta de caza a criminalística. Tiene doble gatillo pero no se puede disparar simultáneamente. Aún así se investiga el fallo. Tras el crimen, Ramón revolvió la casa, forzó la puerta y envolvió la escopeta en una toalla. Fue a buscar a su padre para felicitarle por su cumpleaños. Por eso al padre le encuentran la pólvora en la mano derecha y por eso, también, la Guardia Civil le dejó anoche en libertad. Ramón escondió el arma en una tubería de un barranco. Se fue al gimnasio y llamó compulsivamente a sus amigos para que le ubicaran en Benidorm. No hizo gimnasia y no se duchó. Se fue a ver al novio de su hermana. Según los investigadores solamente quería que le viera. No pretendía matarlo. Formaba parte de su coartada. A las doce llamó a su amiga, encargada de las tareas del hogar. Fue la primera en llegar a la casa y la primera en encontrar el cadáver. Detrás llegó Ramón y después su madre. En el hospital él se lavó las manos y se cambió la camiseta. Le encontraron pólvora en el pantalón. El móvil que baraja la Guardia Civil es el sexual aunque los hermanos discutieron por dinero la noche anterior.