No saben cuándo podrán volver a sus casas o si lo harán alguna vez. Los afectados por el atentado en la casa cuartel de Burgos pueden perder sus viviendas. Los peritos están estudiando si hay que derruir algún edificio. El número 85 de la calle Cantabria no va a olvidar nunca la madrugada del 29 de julio. Allí los vecinos salieron tras la explosión llevándose puesto el miedo, y luego no pudieron regresar. Esta mañana, acompañados de agentes, han subido a recoger las cuatro cosas que les permitan pasar aún unos días más fuera de sus casas. Las calles empiezan a recuperarse a base de escobazos, otra cosa es cómo y cuándo se recuperarán los vecinos. Muchos de ellos sólo conseguirán apartar definitivamente los malos recuerdos con la ayuda de los albañiles. El Consorcio de Seguros lleva abiertos ya 150 expedientes de roturas en viviendas.