Diez kilómetros en dirección contraria por la AP-7 en Cataluña. Es lo que ha hecho un kamikaze y lo han recogido las cámaras de la DGT. Circulaba ebrio y con una tasa de alcoholemia de 0,43. La velocidad del vehículo era de 70 km/h y obligaba a los conductores a modificar bruscamente su trayectoria para no estrellarse contra él. Con este temeridad el conductor, francés, de unos cincuenta años, provocó dos accidentes leves. Hubo cientos de llamadas de emergencia hasta que los mossos d'esquadra consiguen detenerlo. El conductor se negó a declarar ante los agentes, pero lo hizo ante el juez que ha dictado prisión preventiva y la retirada del carnet de conducir.