Siete puentes de todo tipo y diseño se han expuesto en Bilbao, pero lo importante más que su estética eran las carasterísticas técnicas de la construcción. Todos han demostrado su resistencia. Los puentes, elaborados con palillos de helados, tenían que soportar el peso de tantas losas como fueran capaces de aguantar. Los primeros puentes no tardaron en caer mientras que el ganador fue capaz de soportar la friolera de casi 600 kilos de peso en forma de losas, en concreto 592 kilos.