Jugar con una Barbie o con un muñeco de Spiderman, Harry Potter o Superman puede ser perjudicial para la juventud. Así lo piensa el Fiscal General de Irán, que define a estos juegos como un peligro para la salud de los niños. Por ese motivo ha pedido al Gobierno de Teherán que tome medidas para proteger los valores de la cultura islámica iraní. Hace seis años Irán ya lanzó una campaña contra Barbie y su novio Ken lanzando una versión iraní con una vestimenta que respeta las normas islámicas aplicadas de forma estricta en el país. No tuvo mucho éxito.