Los presidentes de Georgia y Polonia viajaban en esta comitiva. Iban de visita a un campo de refugiados cuando se paraban a 30 metros de un control de acceso a la separatista Osetia del Sur. La oscuridad impedía comprobar si era un ataque o tiros de advertencia. Obligaba, eso sí, a un abandono rápido de la zona. Ya en casa, en la capital de Georgia, se improvisaba una rueda de prensa.El presidente georgiano Saakashvili acusaba a los rusos y surosetios del ataque, una autoría que ambos han negado. Por su parte, el presidente polaco Kaczynski hablaba de incumplimiento del acuerdo firmado en agosto. Hace tres meses se llegó a una tregua, ideada por Francia, que terminaba con la guerra entre Rusia y Georgia por el territorio de Osetia del Sur. Entre otros acuerdos, obligaba a volver a las posiciones anteriores al conflicto, algo que en algunas zonas como esta, controlada por rusos y habitada por georgianos, parece no haberse cumplido.