¡AY, ME OLVIDASTE, ME OLVIDASTE! Y AUNQUE GRITÉ ¡NO TE VAYAS! ME QUEMASTE, ME QUEMASTE, COMO A UN MUÑECO DE FALLAS. (Noche de Fallas, de Rafael Conde El Titi). Al contemplar la instalación que en la feria internacional de arte, Arco, se ha hecho de la real figurilla de Felipe El Preparao, nos ha venido inmediatamente el recuerdo del curioso drama decimonónico en cinco actos "El hombre de las figuras de cera", de Montepin y Dornay, uno de cuyos personajes es precisamente el procurador del rey. La figura de cera de El Preparao que contemplamos en la videola es obra de Santiago Sierra (licenciado en Bellas Artes por la Universidad Conplutense de Madrid) y de Eugenio Merino, titulada Ninot, acabada en el presente año 2019. Aunque concebida como monumento fallero, de ahí su título, destinado por tanto a arder en las llamas (condición de compraventa impuesta por los autores), se trata, formalmente, de una escultura compuesta de estructura de madera, hecha a base de cera en lo que son los componentes realísticos del cuerpecillo de Bartolo, con cartón, espuma de poliuretano, traje y pelo injertado. Las dimensiones de la pieza, si atendemos a la ficha catalográfica, son 120 x 120 x 444 H cm, presentada por la galería de arte Prometeo, de Ida Pisani, con galerías abiertas en Milán, desde el año 2005 y en Lucca (Italia) desde el año 2008. No estamos, por tanto, ante una creación meramente burlesca de un personaje comediográfico al servicio del Estado, como Felipe El Preparao, verdadera fuente inagotable de la chacota a pesar de ser considerado por muchos como una garrapata improductiva, sino de una verdadera obra de creación de arte de vanguardia que, como todas las vanguardias, siempre crea conflicto con lo establecido. Las vanguardias han sido, y siguen siendo, los goznes sobre los que gira la evolución de la historia. No hay progreso sin vanguardias. Debemos recordar que la tradición artística de la falla, ha tenido siempre un marcado carácter satírico y criticista, como un lenguaje propio de la fiesta, la que no es, como sostienen determinadas corrientes de pensamiento, contraria a la sociedad industrial. La sociedad industrializada puede ser un tanto contrafestiva, pero no intencionalmente sino por su propia lógica. Resulta, por tanto, curioso cómo desde algunos sectores anacrónicos e ignorantes del régimen corrupto español, se ha tachado a esta obra sobre El Preparao, de espectáculo del arte, de falta de respeto al efigiado, sugiriendo incluso una censura previa. Si El Preparao representa simbólicamente a la nación española, también ha de serlo respecto a la fiesta, en todas sus dimensiones, incluida la fiesta fallera. Que el Ninot de Sierra y Merino sea fiel espejo del personaje de carne y hueso, a pesar de ser un mamarracho como todos los muñecos de fallas, sin que apenas se note la diferencia antre el muñeco de cera y el hombrón figurante de la monarquía, no debe ser considerado más allá de una anécdota.