La música tiene un papel central en la sociedad humana porque evoca con una enorme fuerza los sentimientos y afecta a las actividades e interacciones sociales. El estudio de la influencia de la música se ha incrementado en gran medida con el conocimiento de la emoción en el cerebro. Estudios recientes demuestran efectos dramáticos en todas las regiones del cerebro que están relacionadas con la emoción de la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo, el núcleo accumbens y regiones críticas de la corteza incluyendo ínsula, la corteza cingulada y orbitofrontal. Esto demuestra que la música estimula emociones a través de circuitos específicos del cerebro. La música puede alterar los sentimientos subjetivos; estados fisiológicos a través del sistema nervioso autónomo y endocrino; respuestas motoras del cuerpo tales como la sonrisa; y el movimiento de todo el cuerpo mediante el baile, el ritmo y la interacción con instrumentos musicales.