Muchas veces cuando se compite entre los mejores deportistas, una diferencia de tan solo unas pocas milésimas de segundo puede significar ganar o perder. Todos ellos han entrenado y se han preparado a fondo para ese acontecimiento, pero no todos son capaces de dar lo máximo de ellos mismos. Muchas veces, la diferencia la acaba marcando la concentración, la fuerza mental, y la capacidad de regular y controlar las emociones y el estrés, necesarias para rendir al 100% de capacidad. Hasta hace unos años los deportistas simplemente entrenaban lo físico practicando deporte. Hoy en día, el entrenamiento es mucho complejo e incluye componentes tanto físicos como mentales. El poder gestionar sus emociones de otra manera con diferentes técnicas y herramientas es muy útil para los deportistas. No solo para rendir, sino para recuperarse y poder dar el cien por cien de sí mismos en la siguiente competición. Un ejemplo muy claro de esto lo encontramos en la estrella argentina del Barcelona Lionel Messi. Messi es capaz de realizar proezas con el balón porque su cerebro está más activo que el de cualquier otro jugador. Aunque su forma física puede ser igualada o superada por otro, es su cerebro el que le permite jugar mejor que otros futbolistas. Es por esto que la ciencia ha decidido estudiar qué es lo que ocurre en los cerebros de los mejores deportistas. Investigadores de la Universidad británica de Brunel concluyen que los futbolistas más experimentados son capaces, cuando se les acerca un rival, de activar más áreas en sus cerebros que los jugadores más inexpertos, lo que les permite ejecutar movimientos con más éxito. Y según un estudio publicado en el Journal of Sport and Exercise Psychology, otro factor que hace diferentes a los jugadores más experimentados es que estos saben controlar mejor sus reacciones instintivas, haciéndoles menos susceptibles a caer en los engaños del rival. Por todo ello, los jugadores y deportistas de élites que buscan mejorar su rendimiento no descuidan los factores mentales y hacen lo posible para entrenar no sólo su cuerpo sino también su cerebro. Así, en los últimos años el entrenamiento con neurofeedback está ganando popularidad en el mundo del deporte.