Álvaro tiene siete años y es uno de los afectados en España por atrofia muscular espinal. Un ensayo clínico, financiado por la Fundación Mutua Madrileña y desarrollado por el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha permitido a tres niños mejorar la calidad de su vida diaria probando durante dos meses en su domicilio el primer exoesqueleto infantil del mundo.
Gracias a este proyecto, estos niños pueden mantenerse en pie y caminar con la ayuda de este exoesqueleto.
Este exoesqueleto infantil todavía tiene algunos retos por conseguir, como su control absoluto por parte del paciente. Además, en un futuro podrá aportar los beneficios que supone para la salud de estos niños mantener la postura erguida. De momento, este ensayo clínico representa una esperanza cada vez más cercana para estos pequeños y para sus familias.