Madrid, 14 nov (EFECOM).- El índice de precios de consumo (IPC) registró un incremento interanual del 1,6 % en octubre, dos décimas por debajo de la subida de precios de septiembre, debido principalmente a un menor encarecimiento de los carburantes, según ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE, que confirma así el dato adelantado del pasado 30 de octubre, atribuye esta moderación a un menor encarecimiento del transporte (hasta el 2,2 %), debido a que los precios de los carburantes suben menos que el año pasado, a lo que se suma una bajada de precios del transporte aéreo y de los automóviles.
También influyó en la moderación del IPC el menor encarecimiento del vestido y calzado, con una subida interanual del 0,5 % (una décima inferior a la de septiembre) por la menor alza de los precios de las prendas de vestir.
Asimismo, el inferior crecimiento del precio de la vivienda se reflejó en la inflación, con un aumento del 2,2 % (siete décimas menos) por el abaratamiento del gas y el menor encarecimiento de la electricidad.
El ocio y la cultura influyeron también en la menor inflación de octubre, ya que sus precios crecieron el 1,5 % (tres décimas menos) por el abaratamiento de los paquetes turísticos.
Por el contrario, al alza los precios tiraron los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un aumento del 2,3 % (más de un punto por encima de la tasa de septiembre), por la subida de los precios de las frutas frente a la estabilidad del año pasado.
Sin tener en cuenta los componentes más volátiles de la cesta de la compra (alimentos frescos y energía), la inflación subyacente se moderó tres décimas, hasta el 0,9 %, con lo que se sitúa siete décimas por debajo del IPC general.
Con el dato de octubre confirmado, el IPC suma catorce meses consecutivos en positivo y sigue, con esta moderación de octubre, en una línea más moderada que a comienzos de año, cuando la inflación se disparó al 3 % interanual.
En tasa mensual, los precios crecieron el 0,9 % en octubre, debido al alza del vestido y calzado, por el encarecimiento habitual del inicio de la temporada de invierno, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, por la subida de las frutas y, en menos medida, de las legumbres y hortalizas.
También impulsó los precios en tasa mensual la vivienda, por el encarecimiento de la electricidad.