Córdoba, 31 jul (EFE).- (Juan Velasco).- Nunca nadie lo tomó al asalto, ni árabe ni cristiano, hasta que la "mano de la Reina", Jaime Lannister, acompañado de un traidor, ha hecho historia y ha tomado por asalto (ficticio) los muros del Castillo de Almodóvar del Río, localización cordobesa estrella del capítulo de hoy de la serie "Juego de Tronos".
Mucho se había especulado sobre en qué iban a convertir los creadores de "Juego de Tronos" el Castillo de Almodóvar, y hoy por fin se acabarán las especulaciones: quienes pensaron que iba a ser la Roca Casterly, hogar de los poderosos Lannister, se darán con un canto -de espada- en los dientes.
Esta fortaleza, convenientemente retocada digitalmente, ha sido finalmente Altojardín, hogar de la dinastía Tyrell, que en la serie, sin querer desvelar mucho más, no tiene precisamente simpatía hacia el linaje de los Lannister.
"El Castillo de Almodóvar nunca fue asaltado, nunca fue conquistado, salvo ahora en la serie", bromea la subdirectora de la fortaleza, María Teresa Moreno, mientras mira el horizonte desde un balcón donde se rodó una secuencia determinante.
Moreno, que se confiesa fan de la serie y que también tenía dudas sobre qué emplazamiento iba a ser finalmente en la ficción esta fortaleza levantada en torno al año 740, reconoce que ella y su equipo están deseando verlo en pantalla, con la duda de si finalmente se iba a apreciar que era el Castillo de Almodóvar.
Lo cierto es que el Castillo de Almodóvar, ubicado en una colina de unos 250 metros sobre el río Guadalquivir, es única en su especie, sobre todo a nivel de conservación, y también por historia, dada su importancia capital en la defensa de Córdoba en la época del Emirato o cuando pasó a ser propiedad de Fernando III el Santo y residencia de Pedro I, el Cruel.
Épocas en las que, sin duda, se lanzaron ataques contra sus muros, pero que siempre encontraron la misma respuesta: el fracaso de quien lo intentaba, hasta que hoy abrirá brecha en él el apuesto actor Nikolaj Coster-Waldau, que interpreta a sir Jaime Lannister, el matareyes, probablemente uno de los personajes más complejos de la ficción ideada por el escritor George R. R. Martin para su saga "Canción de hielo y fuego".
Su presencia en Almodóvar durante el rodaje fue la más llamativa, al igual que la bandera de su linaje, que fue convenientemente colocada en el Castillo, junto con la de la casa Tyrell, enemigos en una ficción televisiva que lleva los rodajes con total secretismo, como rememora Moreno.
En este sentido, la subdirectora del Castillo de Almodóvar cuenta que la producción visitó el fortín antes del verano pasado, en busca de una localización que reuniera fortaleza y agua, por lo que el emplazamiento de este castillo medieval la hacía óptima.
Tras el papeleo previo, ya en el verano pasado estuvieron en la fortaleza los guionistas y creativos de la serie, que "vieron que les encajaba perfectamente en lo que ellos necesitaban para la séptim