La ciudad iraquí de Mosul, asediada por el grupo terrorista Estado Islámico, presenta un profundo estado de desolación a causa de la violencia, que ha ocasionado severos daños materiales a las casas e infraestructuras. El también llamado Daesh impuso su delirante versión del Islam en la vida cotidiana de los habitantes de la segunda ciudad más importante de Irak, quienes además padecen la escasez de comida y constantemente escuchan los ataques que al momento han dejado más de 3 mil muertos desde hace dos años. Si bien el ejército del país y sus aliados combaten a los terroristas, esta organización ha integrado una compleja estrategia de defensa que contempla la construcción de complejos túneles subterráneos para ocultarse y desplazarse por la ciudad para realizar ataques sorpresa. teleSUR