La presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha reconocido que prácticamente se ha usado toda la capacidad nacional y no se ha logrado acabar con los incendios que actualmente tienen en vilo al centro del país, donde varias provincias han sido decretadas como zona de catástrofe.
En Pumanque, una pequeña localidad situada al sur de Santiago, el 85% de su extensión territorial ha resultado afectado.
Según Bachelet, los ochos años de sequía que sufre el país, los vientos que cambian bruscamente, y las altas temperaturas, conspiran con el trabajo de los equipos que combaten las llamas.
Desde julio de 2016, se han consumido más de 150.000 hectáreas por incendios forestales en Chile.