Se desconocen los mecanismos implicados en la obesidad y en la distribución de la grasa corporal, si bien se ha observado que dependen de factores hormonales. Según Susan Jebb, directora de la división de Nutrición y Salud del Human Nutrition Research (MRC), en Cambridge (Reino Unido), "en mujeres que aún no han llegado a la menopausia existe una distribución ginecológica o periférica de la grasa, mientras que al entrar en la menopausia el patrón se modifica y tiende a ser más central. También se ha comprobado que el alcohol ejerce un efecto en el aumento de la acumulación abdominal". Así lo demuestran las conclusiones del estudio europeo Carmen (Manejo de las proporciones de carbohidratos en las dietas nacionales europeas) llevado a cabo en cinco países (Dinamarca, Holanda, Alemania, Reino Unido y España). Cuatro años de investigación que consistieron en controlar desde cinco centros hospitalarios europeos la alimentación durante seis meses de 400 pacientes sometidos a cuatro tipos de dietas distintas pero ricas en el mismo número de calorías. "No hubo una dieta única para todos porque cada país consume grasas y carbohidratos distintos. Lo interesante es ver que los dos grupos que siguieron una dieta baja en grasas y rica en hidratos de carbono perdieron peso durante medio año a pesar de que no se variaron las calorías. La grasa sí es uno de los factores que influye en el peso, a pesar de que hoy existan algunas teorías contrarias", ha explicado Xavier Formiguera, coordinador de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona, centro español que participó en el estudio.