Los campos de desplazados siguen acogiendo a familias que huyen de los combates en Mosul y sus alrededores.
Mientras, las fuerzas iraquíes y kurdas han reforzado la seguridad y los controles en las carreteras para evitar la huida de yihadistas del Dáesh camuflados entre los civiles.
El campamento de Al Jazer, al este de Mosul, se ha convertido en lugar de reencuentro. Hay quienes no veían a sus seres queridos desde hacía meses o años.
“El Dáesh afirma que conoce el islam. Y en el islam es importante mantener los lazos con la familia. ¿Cómo pueden decir que valoran la familia cuando no he visto a mi madre en dos años y medio?”, señalaba Souad Mohammed, desplazada de Gogjali.
Como muchos desplazados en Al Jazer, su madre y sus hermanos huyeron de Mosul, la segunda ciudad de Irak, cuando fue tomada por el grupo Estado Islámico, en 2014.
En los barrios del este de Mosul se libran feroces combates. Como ha explicado el portavoz de las fuerzas de élite, la batalla se libra “casa por casa”. Las tropas iraquíes no esperaban tal resistencia por parte de los yihadistas.
En el frente sur de Mosul, militares y policías iraquíes siguen avanzando, apoyados por las fuerzas del aire.
Los combates han desplazado a 9.000 personas en los dos últimos días. Desde el inicio de la ofensiva, el 17 de octubre, unas 30.000 personas han abandonado sus hogares.
#Mosul: UNICEFiraq estimates that more than 2,500 children have arrived at camps in past 24 hours https://t.co/UdoMUHs9NI pic.twitter.com/UNjKzRMWIi— UNICEF (UNICEF) 5 de noviembre de 2016
#ACNUR responde a la emergencia en Mosul #Irak ⬇️ https://t.co/Aeehyzd80e— ACNUR Comité Español (@eACNUR) 3 de noviembre de 2016
El Dáesh responde a la ofensiva con ejecuciones masivas y secuestrando a miles de familias para utilizarlas como escudos humanos.
El Estado Islámico lleva camiones llenos de civiles a Mosul para usarlos como ‘escudos humanos’ https://t.co/0WAOJxGyWX— EnRedSOSRefugiados (@sosrefugiados) 5 de noviembre de 2016