Islandia decide su futuro este sábado. Sus ciudadanos acuden a las urnas en unas elecciones legislativas anticipadas consecuencia de la vinculación de su primer ministro con los Papeles de Panamá y la enorme crisis financiera que atraviesa el país. Unos comicios en los que el antisistema Partido Pirata podría sorprender al gobernante Partido de la Independencia y llevarse el triunfo, según los sondeos.
“Estamos modernizando nuestro sistema. Somos un movimiento nuevo del que todo el mundo puede formar parte y hemos logrado captar el espíritu del cambio de muchos jóvenes en Islandia”, ha expresado Birgitta Jonsdottir, del Partido Pirata.
El partido, compuesto por anarquistas, hackers y ciberactivistas, tiene el respaldo de uno de cada cinco votantes. Las encuestas más optimistas le otorgan 15 de los 63 escaños parlamentarios.
“Todos los viejos partidos se han desgastado desde que estalló la crisis financiera y la sociedad no está contenta con cómo se ha gestionado la economía. Asimismo, durante este tiempo, los ciudadanos han pedido reformas más democráticas y ello abre una vía para nuevas formaciones”, ha explicado la analista política, Eva Heida Onnudottir.
Los comicios muy probablemente resultarán en una coalición de centroderecha de los partidos de Independencia y Progresista que han gobernado desde 2013 o una coalición de centroizquierda encabezada por el Partido Pirata.